martes, 14 de julio de 2009

Suspención ilegal de Rebeca Becerra

Ante la posición inquebrantable de lucha de la Directora General del Libro y el Documento, de la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes, Lic. Rebeca Becerra Lanza al defender la legitimidad del Secretario de Estado Rodolfo Pastor Fasquelle, Secretario legítimo de esta institución, y ante su negativa se ceder espacio a la golpista Mirna Castro que impositivamente tomó posición de esta institución sabiendo de antemano que el Secretario de cultura y todo el gabinete presidencial de nuestro único presidente constitucional de la república José Manuel Zelaya Rosales, está siendo perseguido políticamente, ante este hecho por su solidaridad y su inquebrantable espíritu nuestra compañera, hermana, amiga y directora del Libro y el Documento Lic. Rebeca Becerra ha sido suspendida de su cargo arbitrariamente, en un acto que a todas luces es ilegal y anticonstitucional según los propios reglamentos internos del ministerio de cultura y de la Constitución de la República. Rebeca Becerra desde que fue elegida en este cargo a venido incansablemente realizando cambios y restructuraciones a esta entidad a favor del desarrollo cultural y educativo del pueblo, fundamentalmente de los más excluidos de nuestra sociedad, por lo tanto como hondureño y como amigos condenamos este acto ilegal y de obvia persecución política en contra de su persona, solicitando el debido respaldo de todas aquellas personas e instituciones que consideren este acto miserable como un atentado a nuestros derechos democráticos y cívicos, esperando que esta nota se difunda por todos aquellos medios que estén en contra del actual hecho y fundamentalmente en contra del golpe de estado militar que se impuso en nuestro país.

viernes, 3 de julio de 2009

martes, 30 de junio de 2009

domingo, 28 de junio de 2009

domingo, 10 de mayo de 2009

alcohol,travestis y golpes.

hace dos años desarrollé una paranoia hacia el sida y una noticia por la tv de que un grupo de travestis había asesinado a taconazos a un hombre que supuestamente los había pasado molestando despertó otro sintoma de temor y verguenza en mí, pues me acostumbre como todo capitalino pijinero a joderlos y tirarles mirdas si es preciso. Que más tendré que decir ,me reuní con tres buenos amigos con la idea de beber mucho alcohol y ser capaz casi como un dios de ver el mundo que momentaneamente quiero ver(una realidad visual y auditiva distorsionada , y claro ,regalar una momentanea sonrisa a todas las circunstancias de las vidas , esto en una conversacion interior claro(he allí mi silencio al beber))así que compramos una caja de cerveza fuimos a recoger a una amiga con la vulgar mentira de que ese dia yo cumplia años, nos fuimos a glends, sacamos unas sillas de playa y placenteramente disfrutabamos de una sabrosa imperial al ritmo de heroes del silencio; el pavimento en ese momento tuvo la misma importancia que la arena y el mar no me lo podria imaginar de otra forma, el mar era una incontenible avalancha de cerveza que nos golpeaba con su espuma e inventaba muevas formas de vernos;pero bueno, derepente se acercó el dueño y muy amablemente nos dijo que le estabamos jodiendo la imagen de su local con nuestras hermosas sillas playeras puestas sobre la calle, me dio ganas de gritarle que era un completo imbecil y que me valia verga su local(por cierto, mencionó algo del valeverguismo hondureño el cual me vale verga)pero esa conducta la materializó un amigo que a cada cerveza se irritaba , el maje hizo lo suyo , se presentó como abogado siendo estudiante de medicina , le ofrecio una pijiada y le recalcó que no se queria mover a ningun otro lado;el dueño del bar tomó las cosas con tranquilidad , supongo que lo vio como un guirro borracho e insolente;no había problema , así que guardamos las sillas cruzamos la calle y cerca del bar ejercitabamos nuestros biceps. Transcurrieron diez, quince,tres,veinte,siete; por la gran puta, no se cuanto tiempo estuvimos allí , la cuestión es que nos aburrimos y teníamos que cambiar de ambiente ,así que repentinamente abordamos el carro y nos dirjimos hacía una gasolinera,sí, una maldita gasolinera, los lugares casí predilectos para beber.
Estuvimos poco tiempo en la esso circunvecina a la unah , la policia llegó y con una bosina mierdosa nos dijerón que desalojaramos;nos subimos al carro y en el camino desidimos nuestro etilico destino que pudo haber sido el parque de la colonia de david y luis o cualquier gasolinera esso ubicada en el boulevar Morazan, pero el sencillo problema es que en la colonia de david y luis iba a terminar de emborracharme con el canto burlesco de los grillos y con el paisaje visual de un par de juegos infantiles y alguna cancha de futbol !no¡ eso no se puede , por lo menos un viernes;todos decidimos que era mejor ir a la gasolinera, a ecepción del irritado de luis que ocupaba la tranquilidad de su colonia y un abrazo de juan ramon molina( ya me habia embriagado escuchando de el cualquier tipo de elogios hacia el difunto y cien veces difunto poeta),todos necesitabamos ir a la gasolinera, terminar de emboracharnos, jodernos unos a otros y eruptar cuando ludwing empezara a hablar en voz baja y a sonreir con los ojos cerrados ¡ir a la puta gasolinera era lo mejor que nos podia pasar! , pasamos comprando más alcohol deslizamos el carro sobre esa recta sin trafico y ya en la cola de ese luvre comercial estacionamos la supersonica acampando enmedio de dos autos modificados y de gente que con las birrias en el morro sonreía y vergueba las tristezas de la crisis de un pais del tercer o cuarto o quinto mundo;todo valía verga y al decir esto me acordaba del dueño de glends,las cosas marchaban con normalidad; la gente estaba feliz, los del carro honda modificado de al lado eran ex compañeros de ludwing y tenian en el dvd de su carro aquellos viejos pero buenos videos de korn, la señora de los hot dog se estaba durmiendo y dos pendejos se disponian a realizar un pique ; los travestis habían organizado su fiesta en una esquina de la gaso (una esquina, puta, algo coincidente en ellos)todos jodiamos a los travestis , poniamos roncas nustras voces y tirabamos una rafaga de piropos , más de algun trastornado me dijo que con una caja de cervezas más le sacaría el oro a cualquier travestí, algo realmente asqueroso para mis oidos ya que el dia que haga alguna de esas locuras mi pene se transformará en un calcetin mugriento y roto.
La cuestion es que todos seguiamos bebiendo , hablando ,y jodiendo a los travestis , quienes generaban una lluvia de comentarios por el asqueroso espectaculo de hilos y minifaldas. La noche terminaba los amigos de ludwing y los pervertidos del otro extremo se fuerón , ya solo nos quedaba una botella y tres cervezas, creo que por esa frustante eventualidad david aventó una bolsa de agua sobre uno de los travestís...El travestí se paró y con la particularidad de lu lexico nos insultó y les habló al resto de sus amigas quienes venían hacía nosotros armados con botellas y algunos con tacones en la mano; hijueputa, me acordé de aquella noticia, me levanté, retrocedí algunas cinco pasos mientras todos estaban sentados cuando ví que uno de los travestí llevaba algo plateado lo cual pensé que era un puñal, el travestí me pegó en una pierna y por inercía corrí algunos cinco metros ,luego me salío un culero alto y fornido queriendome lanzar una piedra que tengo que ser especifico, era algo grande, tanto que la agarraba con las dos manos; esta vez tuve que correr aun más ,los travestis revolvieron e invadieron la gaso, yo estaba junto a un ex compañero que no se como ni de donde aparecio diciendome que si ellos llegaban donde mí él y su grupo iban a acompañarme en la pelea. Me relajé un poco y esperé a los travestís , primero llegarón dos reclamandome que por que le había pegado a su amiga xiomara , los dos comenzarón a pegarme cachetadas y el publico esso quedó estatico viendo como iniciaban la gloriosa vergueada, fue allí donde comenzó la paranoia , imagine y lo puedo jurar , que los travestis sacaban de sus carteras jeringas cargadas de sangre para inyectarmelas y pensé que lo mejor era esquivarlos y no golpearlos por que si los golpeaba pudiera que les sacara sangre y esta callera sobre algun aruñon; en lo que había pensado esto ya tenía otro travesti golpeandome con unos tacones , la gente seguia estatica y mis amigos discutiendo hasta que los travestis dejarón de discutir con ellos porque era mas entretenido comenzar a golperame , no se cuantos travestis tenia encima , lo que me llamó la atención es que quebraron una botella de cerveza sobre mi cabeza ,algo que nadie habia hecho y que siempre imaginé alguien lo iba hacer,ecepto un travesti.
Ludwing quizas fue el heroe de la noche, le quito un pedazo de vidrio al travesti que quebró la botella sobre mi cabeza , luis y leonela me subieron al carro y david quien comenzó todo había movido el auto para que salieramos de ese lugar , el gerente de la gaso le hablaba a la policia, un negrito afeminado comenzo a pijear a los travestis, arrancamos y un carro afectado en el vergueo comenzó a seguirnos, enseguida lo perdimos llegamos a la colonia de luis y david ;mi camisa estaba desecha , tenía un chichote en la cabeza y los testiculos me dolian ( me acordé que alguien los había agarrado con fuerza),no paso nada me dije a mi mismo; david se incó y me pidio disculpas , me suplicó que lo golpera , pero no o podia hacer , ocupaba un martillo para hacerlo y no lo tenía así que le dije que estaba bien , el entró a su casa y repuso mi camisa por dos de las suyas , Leonela seguia creyendo que era mi cumpleaños y se lamentaba , luis seguia poniendome a verga con juan ramon molina y ludwing se acordó del alcohol , acampamos de nuevo, nos servimos un trago , seguimos hablando estupideces y puf...se terminó la botella, se acabó la noche .

jueves, 5 de marzo de 2009

Algunos Poemas De José Lezama Lima.

EL ABRAZO

Los dos cuerpos
avanzan, después de romper el espejo
intermedio, cada cuerpo reproduce
el que está enfrente, comenzando
a sudar como los espejos.
Saben que hay un momento
en que los pellizcará una sombra
algo como el rocío, indetenible como el humo.
La respiración desconocida
de lo otro, del cielo que se inclina
y parpadea, se rompe
muy despacio esa cáscara de huevo.

La mano puesta en el hombro de la mujer.
Nace en ellos otro temblor,
el invisible, el intocable, el que está ahí,
grande como la casa, que es otro cuerpo
que contiene y luego se precipita
en un río invisible, intocable.
Las piernas tiemblan, afanosas de llegar
a la tierra descifrada,
están ahora en el cuerpo sellado.
Comienza apoyándose enteramente,
un cuerpo oscuro que penetra
en la otra luz
que se va volviendo oscura
y que es ella ahora la que comienza
a penetrar.
Lo oscuro húmedo que desciende
en nuestro cuerpo.
Tiemblan como la llama
rodeada de un oscilante cuerpo oscuro.
La penetración en lo oscuro,
pero el punto de apoyo es ligeramente incandescente,
después luminoso
como los ojos acabados de nacer,
cuando comienzan su victoriosa aprobación.

La mano no está ya en el otro hombro.
Se establece otro puente
que respaldan los cuerpos penetrantes.
Ya los dos cuerpos desaparecen,
es la gran nebulosa oscura
que apuntala su aspa de molino.
Los dos cuerpos giran
en la rueda de volantes chispas.
Como después de una lenta y larga nadada,
reaparecen los cabellos llenos de tritones.
Miramos hacia atrás separando el oleaje
Y aparece el desierto con alfombras y dátiles.

Los dos cuerpos desparecen
en un punto que abre su boca.
Lo húmedo, lo blando,
la esponja infinitamente extensiva,
responden en la puerta,
abrillantada con ungüentos
de potros matinales
y luces de faisanes con los ojos apenas recordados.

El dolmen que regala los dones
en la puerta aceitada,
suena silenciosamente su madera vieja.
Los dos cuerpos desaparecen
y se unen en el borde de una nube.
La manta, la lechuza marina,
seca el sudor estrellado
que los cuerpos exhalan en la crucifixión.
El árbol y el falo
no conocen la resurrección,
nacen y decrecen con la media luna
y el incendio del azufre solar.
Los dos cuerpos ceñidos,
el rabo del canguro
y la serpiente marina,
se enredan y crujen en el casquete boreal.



EL ESPERADO

Para José Rey
Al fin llegó el esperado,
se abrieron las puertas de la casa
y de nuevo se encendieron las luces.
Una sombra ligera había repasado
las paredes, que brillaban como ojos metálicos.
El esperado comprobó cada uno de los secretos
que guardaba la casa mágica
llena de los amigos que fueron llegando
con gorgueras nadantes, en campanillas
de congelados sonidos como albatros.
Hay un rincón
que se abre como un libro de cetrería
y se cierra como un antifonario
en la medianoche temblequeante.
Sus páginas son la escarcha
que penetra en un paquete sellado.
Sus silenciosos tumultos
son llamas en el agua,
que ven de cerca, día por día,
el reloj coralino
que ensaliva la eternidad.
Una eternidad sucia, confundida,
que da tropezones en la ley matinal
y se reconoce y se come a sus hijos,
como el caballo de la noche
que relincha sin tregua.
Es una bobalicona batalla
en donde todos nos quedamos
dormidos. Y nos van diciendo
quiénes son los vencidos
y los que siembran maíz,
polvos de arroz,
confundidos con la grasa de la mula
en la coronación.
La talanquera mugiendo con las vacas.
Los flautines bucoliastas,
dije de ostras lagañudas,
inician el asedio.
El incendio tamboril
desordena el asalto.
En el bostezo, nubes
y números de nubes,
de confín en confín.



EL SUPLENTE

Vendrá el suplente en agua a conversar.
Se dirigirá hacia el norte donde tejen,
desconocido llegará a los que lo protegen.
Se arrancará su diente y a sembrar.
Vendrá el suplente en vino a pelear,
esgrimirá la traílla en zumbido planetario,
tropezará con el estilo rufián del carbonario.
Se apretará el chaleco y a bromear.
Los dos suplentes no se encontrarán en la escalera
aunque dejarán sus huellas en el molde de cera,
al mismo tiempo se taparán con las dos hojas de la puerta.
No se saludarán al valsar los largos corredores,
pero se embriagarán con los mismos escanciadores.
Ya llega el otro suplente para tirar del rabo de la puerca.



ESPERAR LA AUSENCIA
Estar en la noche
esperando una visita,
o no esperando nada
y ver cómo el sillón lentamente
va avanzando hasta alejarse de la lámpara.
Sentirse más adherido a la madera
mientras el movimiento del sillón
va inquietando los huesos escondidos,
como si quisiéramos que no fueran vistos
por aquellos que van a llegar.
Los cigarros van reemplazando
los ojos de los que no van a llegar.
Colocamos el pañuelo
sobre el cenicero para que no se vea
el fondo de su cristal,
los dientes de sus bordes,
los colores que imitan sus dedos
sacudiendo la ausencia y la presencia
en las entrañas que van a ser sopladas.
La visita o la nada
cubiertas por el pañuelo,
como el llegar de la lluvia
para oídos lejanos,
saltan del cenicero,
preparando la eternidad
de sus pisadas o se organizan
inclinándose sobre un montón de hojas
que chisporrotean sobre el jarrón
de la abuela,
huyendo del cenicero.



LA NOCHE VA A LA RANA DE SUS METALES...
La noche va a la rana de sus metales,
palpa un buche regalado para el palpo,
el rocío escuece a la piedra en gargantilla
que baja para tiznarse de humedad al palpo.
La rana de los metales se entreabre en el sillón
y es el sillón el que se hunde en el pozo hablador.
el fragmento aquel sube hasta el farol
y la rana, no en la noche, pega su buche en el respaldo.
La noche rellenada reclama la húmeda montura,
la yerba baila en su pequeño lindo frío,
pues se cansa de ser la oreja no raptada.

la hoja despierta como oreja, la oreja
amanece como puerta, la puerta se abre al caballo.
Un trotito aleve, de lluvia, va haciendo hablar las yerbas.